La importancia de entrenar las piernas es un aspecto que poca gente tiene en cuenta a la hora de moldear su cuerpo en las salas de musculación y centros deportivos.
Siempre resulta más atractivo centrarse en aquellas zonas del cuerpo que suelen quedar más a la vista, como los brazos o el pecho, dejando en un segundo plano las extremidades inferiores que, visualmente, son casi la mitad de nosotros.
Excusas como: “Es que hacer pierna cansa mucho”, “Siempre llevo pantalón largo y las piernas no se ven”, o simplemente “No me gusta entrenar piernas” forman parte del repertorio de estas personas que obvian lo importante que es entrenar pierna más allá del factor estético.
¿Por qué entrenar pierna?
Entrenar las piernas es importante por muchos aspectos, más allá del estético. Y este es uno de los motivos por los cuales mucha gente prescinde de incluirlas en sus entrenamientos.
¿Cuántos son los que acuden a un gimnasio con la idea de mejorar su estética rápidamente y abandonan este propósito antes de haberlo alcanzado? Por lo general, este tipo de personas son las que acuden sin ningún tipo de asesoramiento como el de, por ejemplo, un entrenador personal.
Entrenar en un gimnasio puede ir más allá de lo estético, y buscar mejorar en ciertos aspectos físicos como son la fuerza, la resistencia, el equilibrio, la coordinación…
Esto nos lleva a que cuanto más implicados estemos con nuestro objetivo, más en cuenta tendremos todos los “sectores” o zonas del cuerpo para que, de esta forma, los resultados obtenidos sean lo más grandes posible.
Sin embargo, debemos saber que sea cual sea nuestro objetivo, el entrenamiento de pierna va a suponer generar una serie de reacciones en el organismo, además de ofrecer unos cuantos beneficios que resultarán de gran ayuda para el entrenamiento general del cuerpo.
Consecuencias de no entrenar pierna
No entrenar las piernas solo nos va a llevar a dejar de disfrutar de los beneficios que nos puede aportar su inclusión en nuestros entrenamientos, que no son pocos, además de generar una serie de consecuencias que nos impedirán mejorar física y deportivamente.
Se produce menos testosterona
El entrenamiento de musculación está directamente ligado a la producción de testosterona. Esto se debe a que cuando realizamos ejercicios multiarticulares (especialmente los conocidos como básicos), el organismo masculino se ve forzado a generar testosterona.
Dentro de estos ejercicios básicos multiarticulares encontramos un par que implican el uso de las piernas:
- Las sentadillas
- El peso muerto
La testosterona es una hormona esencial para que se produzca el crecimiento muscular, objetivo que buscan alcanzar muchas de esas personas que se saltan el entrenamiento de pierna con cierta asiduidad.
No olvidemos que también influye en el estado de ánimo, aumentando la motivación, la confianza, las ganas de esforzarnos y el instinto de superación.
Entrenar pierna nos ayuda a aumentar la testosterona debido al tipo de ejercicio que supone, por lo que debemos empezar a considerar su inclusión en nuestras rutinas (si no lo están ya).
Además de incluir a la pierna en nuestros entrenamientos, también nos puede resultar interesante conocer algunas claves para ayudar a aumentar la producción de testosterona.
El metabolismo basal se ralentizará
Hacer ejercicio hace que aumente nuestro metabolismo basal, ya que requerimos consumir un mayor número de calorías para poder satisfacer las demandas energéticas del organismo.
Algunos de los músculos de las piernas son muy extensos o cuentan con un gran volumen, como puede ser el caso de los cuádriceps o del glúteo mayor.
Cuanto más grande sea el músculo, mayor requerimiento de energía demandará y, por lo tanto, mayor número de calorías consumirá.
Debemos tener en cuenta, además, que una vez ha finalizado la sesión de entrenamiento nuestro organismo no vuelve a la calma de inmediato.
Durante el ejercicio se produce la rotura de las fibras en los músculos trabajados, lo que supone tener que repararlas posteriormente, además de crear nuevas como consecuencia de la adaptación al ejercicio realizado.
También, una vez hemos finalizado, el organismo debe desechar o depurar ciertas sustancias generadas durante el entrenamiento.
Estos procesos (junto a otros) requieren del uso de calorías, lo cual hará que en las horas posteriores al entrenamiento nuestro metabolismo se encuentre más acelerado que en el caso de no haber entrenado.
Cuando dejamos de involucrar a los músculos de las piernas, esta activación del metabolismo no se dará en una medida tan grande como en el caso de trabajarlos.
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Los músculos se atrofian
Cuando dejamos de ejercitar un músculo, este se atrofia y, poco a poco, va perdiendo funcionalidad.
No se trata de un proceso rápido y del que nos podamos dar cuenta de un día para otro, pero sí que es cierto que ocurre.
Cuando no entrenamos pierna dejamos de someter a los músculos a ciertos movimientos y esfuerzos fuera de su “zona de confort” que suponen las acciones cotidianas del día a día, favoreciendo esa atrofia y pérdida de funcionalidad.
Si a esto le sumamos un trabajo continuado de los músculos de la mitad superior, se terminará acrecentando esta desigualdad entre ambas partes del cuerpo.
Estancamiento en otros ejercicios
Una de las consecuencias de no entrenar pierna es el hecho de limitar el avance o mejora en otros ejercicios para trabajar el tren superior.
No son pocos los ejercicios en los cuales debemos contar con una sólida base para poder mantener el equilibrio y, así, mover la carga adecuada con la técnica correcta.
Sirven como ejemplo el press militar con barra, o el remo de pie con barra; ejercicios en los cuales se acostumbra a mover una carga relativamente pesada para la persona que lo ejecuta.
Cuando las piernas no cuentan con un entrenamiento adecuado, será habitual sentir cansancio en las mismas durante la ejecución del ejercicio.
A este inconveniente de no entrenar las piernas se le suma el hecho de que todos los estabilizadores que se trabajan al hacer sentadillas, peso muerto, zancadas… se van a encontrar fuera de juego, dificultando el hecho de que nos mantengamos firmes durante el ejercicio de tren superior.
No olvidemos tampoco que a partir de las piernas se genera muchas veces el impulso en determinados ejercicios.
Aumento del riesgo de lesión en rodillas y tobillos
Entrenar una zona del cuerpo supone fortalecer todos sus elementos, no solo la musculatura. Ello incluye, evidentemente, también a las articulaciones.
Las articulaciones de las piernas que más solemos tener en cuenta a la hora de practicar un deporte son las rodillas y los tobillos, y también son las que se lesionan con más frecuencia.
La importancia de entrenar pierna va más allá de lo estético, y llega hasta el punto que puede influir directamente en el buen estado de nuestro cuerpo.
Un cuerpo con unos músculos y articulaciones fuertes en su mitad superior, pero con unos músculos y articulaciones débiles en su parte inferior no va a ser funcional, y tarde o temprano terminará por aparecer alguna lesión en dichas articulaciones.
Otro motivo es que conforme vayamos adquiriendo fuerza en el tren superior, mayor cantidad de peso moveremos.
En aquellos ejercicios en los cuales se deba permanecer de pie moviendo peso, las articulaciones de las piernas se verán sometidas a esfuerzos para los cuales no han sido entrenadas aumentando este riesgo de lesión.
¿Cuáles son los músculos de las piernas?
Otro motivo más para considerar importante el entrenamiento de pierna es la cantidad de músculos que forman parte de ella:
- Cuádriceps
- Isquiotibiales
- Sóleos
- Gemelos
- Glúteos
No podemos olvidar que el hecho de implicar los músculos de las piernas también va a suponer implicar otros elementos asociados a los mismos, como son extensores y rotadores ubicados en las caderas.
Beneficios de entrenar pierna
Una vez hemos visto todo lo negativo que puede generar el hecho de no entrenar las piernas, es el momento de centrarnos en los beneficios que vamos a obtener.
Ayuda a perder peso
Antes hemos hablado que entrenar músculos grandes supone invertir un mayor número de calorías.
También hemos comentado que los ejercicios multiarticulares suponen implicar a un número mayor de músculos, lo que conlleva también a un mayor gasto calórico.
En las rutinas de pierna se suelen incluir varios ejercicios multiarticulares que inciden sobre músculos grandes, lo que nos lleva a que entrenar piernas quema más calorías que entrenar algunos otros músculos o grupos musculares más pequeños.
Ayuda a fortalecer los lumbares
La zona lumbar es una región de nuestro cuerpo que debe soportar, durante buena parte del día, el peso de nuestro torso.
Los lumbares forman parte del core, o centro del cuerpo, zona encargada de cumplir importantes funciones, entre ellas la de estabilizarnos en los diferentes movimientos y acciones.
En buena parte de los ejercicios de pierna, como las sentadillas, el peso muerto o las zancadas, va a ser necesaria la acción del lumbar para ayudar a la estabilización, lo que supone trabajarlos y fortalecerlos en cada sesión.
Un lumbar fuerte soportará mejor esa carga constante que supone el peso del tronco, y puede ser la solución a muchos dolores y molestias en el mismo.
Nos permite mejorar en otros deportes
La importancia de entrenar pierna se traslada más allá de la actividad en el gimnasio, ya que no son pocos los deportes en los cuales son el componente principal que realiza el esfuerzo, o interviene de forma notable y totalmente necesaria.
Running, ciclismo, marcha, senderismo, fútbol, natación, baloncesto… Podríamos extender esta lista enormemente, pero con esto es suficiente para darnos cuenta de la importancia de entrenar las piernas a nivel deportivo.
Aumentar la fuerza, la resistencia, fortalecer las articulaciones, o mejorar ciertos movimientos serán algunas de las ventajas que obtendremos entrenando pierna y que podremos trasladar a cualquier deporte que practiquemos fuera del gimnasio.
Nos permite mejorar la estética
Una de las cosas más antiestéticas que podemos encontrar en un cuerpo de gimnasio es el hecho de contar con una gran descompensación de volumen entre torso y piernas.
No valen las excusas de no tener facilidad para ganar volumen en piernas.
Su aspecto distará mucho en el caso de estar entrenadas que en el caso de no estarlo, independientemente del volumen, ya que mostrarán una imagen tonificada y definida mucho más atractiva y acorde al resto de la musculatura.
Y, por supuesto, el hecho de pasar la mayor parte del año con pantalón largo no va a ser excusa para saltarnos este entrenamiento.
Mejora la circulación sanguínea
Realizar ejercicio es una de las mejores formar de estimular la circulación sanguínea. En el caso de los ejercicios de musculación se va a producir una gran afluencia de sangre sobre el músculo trabajado (aunque las personas hipertensas deberán tener precaución)
El flujo de sangre facilita el transporte de nutrientes, la depuración de sustancias de desecho, y evita la acumulación de líquidos y la formación de nódulos de grasa (la tan temida celulitis).
Conclusión
Se hemos llegado hasta este punto del texto habremos visto la importancia que tiene entrenar la pierna, de las consecuencias que puede tener no entrenarlas, y de los beneficios que tendrá su entrenamiento.
Hablando claro: entrenar piernas es bueno y nos ayudará a crecer muscularmente, no solo en ellas, como es lógico, sino también en la musculatura del tren superior donde, como hemos podido comprobar, influye notablemente en contra de lo que pueda parecer.